En el último trimestre del 2020 el auge de los pagos digitales obligó a la recogida del 1,6% de las unidades de cajeros automáticos en España.
La pandemia sigue impactando de forma directa en la economía, modelos de negocios, hábitos de consumo, formas de pagos y prestaciones de servicios.
Los bancos en España se han visto obligados a cambiar su estrategia, el auge de los pagos digitales o móviles ha generado como consecuencia el cierre de muchas sucursales, despidos de muchos trabajadores y ahora la desaparición de los cajeros automáticos.
Este último fenómeno pese a los recortes de las entidades financieras es el más reciente, algo que no se había generado hasta estos últimos meses.
De acuerdo con los últimos datos suministrados, las entidades cuentan con casi 49.800 cajeros en todo el territorio nacional.
El descenso de los cajeros automáticos en España se sitúa en los mínimos de hace 18 años y se espera que la cifra siga bajando, a pesar de que estos no solo sirven para sacar dinero sino también para ejecutar otro tipo de transacciones.
Desde el año 2016, los bancos habían tenido una política de incremento de estos dispositivos con la intención de reducir las operaciones en taquillas.
Sin embargo, en 2020, esta tendencia se rompió y el volumen de máquinas ha disminuyó en unas 600 y ha bajado del umbral de los 50.000, sobre todo por la retirada efectuada desde el estallido del coronavirus.
En el tercer trimestre del año pasado, el descenso es del 2,7% interanual, que es superior al 1,6% de los tres meses precedentes.