Indudablemente, las pequeñas y medianas empresas (pymes), juegan un rol importante en el desarrollo y economía en cualquier país, dado que, proporcionan alrededor del 70 y 90% de fuentes de trabajo y pueden contribuir hasta el 50 o 60% del Producto Interno Bruto (PIB) según sea el caso.
Las pymes forman parte de la estructura principal de las grandes empresas, le prestan operación y/o servicios a éstas para crear productos únicos, detallista y resaltantes con lo de su competencia.
Principalmente, las pymes, se caracterizan por tener un número reducido de trabajadores y por registrar ingresos moderados. Estos varían de acuerdo a sus números de empleados y volumen de negocio.
Microempresa: Son aquellas empresas que tienen una nómina de 10 o menos trabajadores y un volumen de negocios o balance general inferior o igual a dos millones de euros.
Pequeña empresa: Son las empresas con una nómina menor a 50 empleados y un volumen de negocios o balance anual igual o inferior a los diez millones de euros.
Mediana empresa: Las medianas empresas no deben sobrepasar los 250 empleados, ni el volumen de negocio superar los 50 millones de euros, o el balance anual de 43 millones.
El punto de partida de toda pyme es el financiamiento. Para hacer de manera eficaz ese proceso, el pasivo de una empresa debe ser eficiente, y sin duda recurrir a una buena fuente de financiación.
Tipos de financiación para pymes
Si algunas pymes están buscando financiación, existen varias opciones. Una, optar por solicitar un préstamo a entidades convencionales, como las entidades bancarias, o bien, mediante otras alternativas para obtener recursos y potenciar los proyectos de las empresas.
Préstamo bancario: es la forma más utilizada para conseguir financiación, pero un punto a tomar en cuenta, es que la cuenta de la solvencia financiera de tu empresa será una garantía a la que el banco dará importancia.
Factoring: Ideal cuando se quiera anticipar sus facturas gracias a las aportaciones de inversores particulares, por tanto, las empresas consiguen obtener liquidez adelantando el pago de las facturas de sus clientes.
Capital riesgo: Esta fuente de financiación suele ser la más costosa, normalmente se utiliza para comprar una empresa o expandir un negocio en el ámbito internacional.
Financiación mixta: Cuando una pymes tiene que hacer frente a grandes operaciones, como invertir en una nueva línea de negocio, necesita una financiación más compleja, por lo que puede darse una financiación mixta que incluya las tres anteriores.
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