La banca ha
encarecido los préstamos que otorga a las medianas y a las grandes empresas
para compensar la caída de la actividad en hipotecas y consumo derivada de la
pandemia del coronavirus y la reducción de los tipos a las pymes y autónomos
por las líneas de liquidez del ICO.
Las entidades en los
últimos meses han subido las tasas que aplican a las compañías que reciben una
financiación superior a los 250.000 euros en hasta un 27% en función del tamaño
y sus necesidades.
Según los datos del
Banco de España, en los préstamos de hasta un millón de euros la tasa TAE (que
incorpora comisiones) ha pasado del 1,57% a una media en los peores momentos de
la pandemia del 1,76%, aunque en mayo alcanzaron el 1,81%.
Para las operaciones
superiores al millón, el alza ha sido mayor, ya que los tipos aplicados han
crecido desde el 1,29% hasta una media del 1,64%. En mayo, como en el caso
anterior, es cuando contaron con el precio más alto, de un 1,76%.
Estos
encarecimientos se producen en un momento de intensa actividad en el segmento
de empresas, debido a las necesidades de liquidez existentes. El Banco de
España ha calculado que las compañías requieren hasta finales de año 230.000
millones para afrontar la crisis del coronavirus.
Garantías
Una parte importante
de esta cantidad ya se ha concedido gracias a los avales del Estado a través
del ICO y a la concesión ordinaria del sector financiero. Pero, fruto de los
efectos de la pandemia, los riesgos en estas operaciones han aumentado
exponencialmente, algo que ha llevado a la banca a reclamar unos tipos
superiores.
Gracias a las
garantías y a los criterios establecidos en el programa del Gobierno, las pymes
y los autónomos han podido financiarse a un coste inferior en estos momentos de
dificultad.
Así, la tasa de los
préstamos por debajo de los 250.000 euros sí ha descendido, desde el 2,44 al
2,29% de media. En abril, momento en que empezó la línea de avales de 100.000
millones, es cuando se dio el precio más bajo, de un 2,22%. Desde entonces, eso
sí, ha ido escalando y en junio alcanzó el 2,38%.
En todo este periodo, la banca han sido muy activas a la hora de conceder financiación a la economía para evitar la quiebra inmediata del tejido industrial. En tres meses han otorgado financiación por más de 128.669 millones.
Entre abril y junio,
según los datos del organismo supervisor, el volumen destinado a las grandes
empresas alcanzó 65.789 millones, mientras que para las medianas, más de
24.700. Para pymes, el importe supera los 38.140 millones.
Avales
Hay que tener en
cuenta que en este periodo, las entidades proporcionaron al tejido industrial
85.150 millones de préstamos ligados al ICO, es decir, con garantías públicas,
la inmensa mayoría para aliviar la situación de pequeñas compañías y autónomos.
En el sector se
espera que, a partir de ahora, las necesidades de recursos por parte de las
empresas vaya decayendo y estos altos volúmenes vayan descendiendo. Además,
auguran que una parte de los fondos entre en insolvencia.
Los principales
banqueros avanzaron a finales de julio que prevén aumentos de la morosidad tras
el verano. Unos impagos que sumarán a los que han llegado ya a los préstamos al
consumo. En hipotecas las alzas de dudosidad se retrasan a finales de año o
principios del siguiente.
A diferencia de lo
ocurrido en el segmento empresarial, el sector atisba una recuperación del
negocio de particulares. Por ejemplo, las hipotecas nuevas crecieron un 11% en
junio tras los batacazos de los meses precedentes, unas alza que ha continuado
en julio. En consumo todavía la actividad sigue cayendo a plomo.
Abaratamiento a los hogares
Con el fin de
reanimar estos dos nichos, que se vieron muy castigados en los primeros meses
de la pandemia, la banca, por contra, sí rebajó las tasas de interés que pedía
a los clientes para firmar las operaciones.
En los créditos para
la compra de viviendas, las tasas alcanzaron mínimos históricos, por debajo del
2%. En abril tocaron el suelo de un 1,89%, cifra que ha subido ligeramente
hasta el 1,92% en junio. Contrasta con el 2,01% de marzo.
En el área de
consumo las entidades también abarataron los tipos de interés de los créditos.
Y lo hicieron con intensidad. El coste de los mismos pasó del 7,99% de marzo al
7,41% en abril. En junio había repuntado, pero se situaba aún por debajo de
entonces, en el 7,64%.
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Fuente: Eleconomista.es