CaixaBank y Bankia concretarán su fusión este próximo viernes en medio de algunas condiciones impuestas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia con la finalidad de evitar monopolios en ciertas localizaciones geográficas.
La CNMC avaló en términos generales la negociación luego que las entidades se comprometieran a llevar a cabo una serie de medidas para evitar estos problemas a corto plazo.
Del mismo modo, reiteraron su compromiso para mantener o mejorar las condiciones de los productos y servicios hasta en 86 localidades donde se han determinado.
¨La CNMC ha concluido que la operación no supondrá una amenaza para la competencia efectiva en los mercados de banca corporativa, banca de inversión, factoring, tarjetas, TPV, producción y distribución de seguros y gestión de fondos y planes de pensiones¨, dijo el organismo en un comunicado.
De acuerdo con los problemas de competencia identificados, CaixaBank y Bankia no abandonarán salvo supuestos excepcionales sujetos a autorización previa de la CNMC, ningún municipio en el que actualmente esté presente una de las partes y no haya ninguna oficina competidora con el fin de evitar la exclusión financiera en dichos municipios.
En estas 21 zonas en las que CaixaBank se quedará en situación de monopolio, deberá mantener a los clientes de Bankia las mismas condiciones y términos que tengan actualmente suscritos en sus productos.
Ello se garantiza durante un período de tres años, indica el regulador. Así mismo la nueva entidad deberá ofrecer sus productos, en el resto de CCPP identificados como problemáticos, en condiciones sustancialmente iguales o no peores a las ofrecidas por CaixaBank.