Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, las dos mayores potencias del mundo, siguen presentes. Según informa este martes la agencia de noticias Bloomberg, el gobierno del gigante asiático ha ordenado a dos empresas estatales que detengan sus compras de algunos productos agrícolas norteamericanos.
Una decisión que pone en peligro el pacto que ambas naciones firmaron el pasado enero, como la primera parte de un acuerdo comercial completo que, sin embargo, cada vez se antoja más improbable.
Las relaciones diplomáticas entre Washington y Pekín se han resentido enormemente en los últimos meses a raíz de la gestión de la pandemia del coronavirus, originada en la región china de Hubei. El presidente de EEUU, Donald Trump, ha llegado a acusar al gigante asiático de no controlar “la plaga”. El brote vírico se originó en Wuhan, capital de la región china de Hubei.
Pese a ello, ambos países se comprometieron a principios de mayo a seguir adelante con lo firmado en enero, es decir, con la primera parte del acuerdo comercial. Con este pacto, China aceptó aumentar en 200.000 millones de dólares sus importaciones de productos estadounidenses en los próximos dos años.
En concreto, y debido a que fue uno de los puntos en los que más presionó la Casa Blanca durante las negociaciones, Pekín se comprometió a elevar en 32.000 millones de dólares sus compras de bienes agrícolas a EEUU.
Suspensión de importaciones
Pero la Fase 1 del acuerdo comercial puede peligrar. Según informa hoy Bloomberg, el Gobierno chino ha ordenado a Cofco y Sinograin, dos de las principales empresas estatales para la importación de productos agrícolas y ganaderos, que detengan sus compras de algunos productos estadounidenses, mientras evalúa la escalada en curso de las tensiones con Washington.
Entre dichos productos están la soja y la carne de cerdo, recoge la agencia de noticias, que cita a fuentes anónimas conocedoras de la situación.
El Ejecutivo presidido por Xi Jinping ha tomado esta decisión después de que Trump anunciara en la tarde del viernes que el Gobierno de EEUU tomará las medidas necesarias para revocar los privilegios comerciales de Hong Kong.
El presidente norteamericano no dio detalles en su discurso, pero defendió que la ciudad semiautónoma ya no puede entenderse como tal ante la nueva ley de seguridad sobre la región que el parlamento chino aprobó la semana pasada. Washington entiende que dicha normativa contraviene el principio de ‘un país, dos sistemas’.
“Respeto mutuo”
En cambio, China considera que las críticas de EEUU son una intromisión en asuntos internos. Por ello el portavoz del Ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, ha instado a la Casa Blanca a “corregir sus errores”, ya que de lo contrario se arriesga a represalias.
Zhao ha apelado al “respeto mutuo” como eje de las relaciones entre las dos potencias, teniendo en cuenta que Pekín está dispuesto a garantizar “con firmeza” sus intereses en materia de “soberanía nacional, seguridad y desarrollo”, según medios oficiales.
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Fuente: Eleconomista.es