¿Sabes qué es un cisne negro en la economía? Acá empezaremos aclarando este concepto para entender la importancia de una correcta gestión de riesgo.
Si bien la mayoría de las grandes empresas cuentan con un mapa de riesgo bien definido, las pymes adolecen de esta estructura; y requieren atender con cautela este proceso para no echar por la borda el esfuerzo de años, que supone el crecimiento progresivo.
¿Qué es el cisne negro?
Es una metáfora que describe un suceso inesperado y de gran impacto, bien sea político, económico o social.
¿De dónde proviene el término cisne negro?
La teoría del cisne negro tiene origen en el siglo XVII; época, en la que los primeros exploradores europeos llegaron a Australia y encontraron una especie de cisnes negros. Este hecho cambió lo contemplado hasta el momento; simplemente no se consideraba que existiese un ave de esa especie de otro color.
El cisne negro en la economía
Este término tiene su mayor uso en la economía; porque ante un evento inesperado de gran impacto, los inversores suelen estar desprotegidos. Esto puede ocasionar una serie de acciones mal dirigidas que lleven al caos.
En el ámbito económico, la teoría fue desarrollada por el filósofo e investigador libanés Nassim Nicholas Taleb en 2008. En el libro “El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable”, el estudioso explica por qué los acontecimientos, altamente improbables, pueden tener consecuencias devastadoras para las bolsas.
Según el autor, un evento se considera un cisne negro cuando reúne tres requisitos:
- Es altamente improbable, pues no hay antecedentes.
- Tiene un elevado impacto, ya que sus consecuencias son mayores que las conocidas frente a factores de riesgo ya evaluados.
- Una vez que sucede, tiene una explicación lógica; lo que da a entender que el acontecimiento era inevitable.
Cisnes negros previos al Covid-19
El ‘Brexit’. La salida del Reino Unido de la Unión Europea. Nadie incluyendo los mercados, anticipó una victoria del “sí” aquel 23 de junio de 2016. El resultado: el mayor desplome de los mercados en toda la historia y una depreciación de la libra del 12 %.
Los atentados de las Torres Gemelas. La mañana del 11 de septiembre de 2001 puso al mundo entero con la atención en Nueva York. Dos aviones comerciales se estrellaban contra las Torres Gemelas y otro más contra el Pentágono. Miles de pérdidas humanas se dieron como consecuencia. En pérdidas económicas, la cifra estimada fue de unos 6700 millones de dólares.
Lo cierto es que los cisnes negros no necesariamente generan un impacto negativo, valga de ejemplo la aparición de Internet. Se tiene entonces que son acontecimientos singulares, totalmente inesperados y con un enorme impacto nacional o global.
En ese sentido, algunas firmas de asesoramiento financiero incluyen “cisnes negros”, para mostrar al inversor, las propuestas de cobertura a las que puede optar ante ellos.
Importancia de la gestión de riesgos
De acuerdo con un artículo de la revista digital Compromiso Empresarial, el Foro Económico Mundial no tenía entre las opciones de riesgo una pandemia, menos una de la magnitud que estamos viviendo.
Es de esperar que los empresarios no se preocuparan por incluir, en sus proyecciones de amenaza, una situación sanitaria con tales consecuencias económicas en todo el mundo.
Pero además, salvo la mayoría de las grandes empresas, pocas son las pymes que cuentan con sistemas de gestión de riesgos.
Elementos a considerar en un sistema de riesgo
Para que una empresa pueda estar preparada ante eventualidades poco probables o incluso imprevistas, debe pasar por el siguiente proceso:
- Identificación. Hallar y reconocer los riesgos que afronta. Esto debe estar sentado en algún documento.
- Análisis. La comprensión de los escenarios y sus posibles efectos.
- Evaluación. Que implica las acciones a tomar antes, durante y posterior a hechos contemplados como riesgo. Acá se debe contemplar eventos pasados y los procedimientos aplicados.
Obviamente al afrontar un “cisne negro” como el que está ocurriendo, cuya escalada trastoca fronteras y el comercio internacional se ve afectado por múltiples flancos, muchos emprendimientos “jojotos” o empresas con grandes fallas desaparecerán.
Lo positivo de todo esto, es que a mediano y largo plazo las grandes y medianas empresas invertirán tiempo en crear su propio sistema de gestión de riesgos, contemplarán mejores y más variados planes de contingencia.
Y queda de los grandes del mercado, apoyar al sector productivo, como estamos haciendo en G&S; con opciones de comercio, inversión y financiamiento que permitan a los pequeños empresarios sostenerse y asegurar su permanencia en el mercado.