Gestión de riesgos financieros

Gestión de riesgos financieros ¿qué es y por qué es tan importante?

La gestión de riesgos financieros permite la actuación oportuna y eficaz, ante eventos inesperados que pueden afectar gravemente la operatividad de tu empresa. Quien no haya realizado ese proceso de evaluación en su empresa, e identificado las debilidades y amenazas, tiene una imperiosa tarea por delante. Veamos cómo trabajar en esto.

¿Qué es la gestión de riesgos?

La gestión de riesgos financieros es el mapa de escenarios, impacto y medidas, que se estructuran en torno a los posibles cambios del mercado financiero y problemas de crédito.

Se trata de un análisis y medición de eventuales riesgos financieros que tiene como objetivo minimizar los efectos negativos. Nos referimos a: cambios específicos en el sector y la inestabilidad en general de los mercados financieros.

Al realizar este proceso, los empresarios son más conscientes de las áreas que requieren mayor atención; de esta manera, los líderes de proyectos, a cargo de la toma de decisiones, están en capacidad de establecer directrices adecuadas al modelo de negocio.

Con esta base, se pueden dar pasos firmes ante los cambios no planificados, nuevos proyectos o inversiones, enfocándose en el retorno de inversión.

La gestión inconsciente

Una empresa siempre cuenta con una estructura de gestión, que en teoría contempla las variables que inciden en las finanzas. Y por ello, debe existir un proceso de revisión de cómo se está llevando a cabo.

Aunque parezca innecesario, podrías encontrar que, por ejemplo, varios departamentos están ejecutando acciones de evaluación de mercado y mediciones de manera aislada, lo que se traduce en doble esfuerzo. Existe información, métodos y herramientas, de provecho para todos.

De allí la importancia de saber qué se está haciendo y para qué. Detectar lo que en la realidad actual puede afectar tu negocio y los escenarios, te permitirá formar una cultura preventiva y adoptar medidas oportunas.

Cómo proceder con la gestión de riesgo

Lo primordial para saber dar forma a la gestión de riesgos financieros es que el responsable, o las personas a cargo, tengan experiencia con eventos imprevistos en el sector para el cual se dedica la empresa.

Para que puedas tener un punto de partida, ten en cuenta estos consejos:

Trabaja en función de prioridades

Si bien hay emprendedores que no poseen una estructura compleja, la consciencia de los riesgos financieros, según su sector, le permitirán trabajar en función de prioridades y recursos disponibles.

Para enfocarse en los riesgos más relevantes, toma en cuenta lo siguiente:

  • las funciones del personal.
  • los productos y/o servicios que comercializas.
  • la maquinaria, equipos, tecnología, que empleas.
  • la relación con bancos y entes financieros.
  • la competencia.
  • situación geográfica de la empresa.

Ya que te vas a tomar la tarea de ocupar tiempo y recurso humano para la detección de riesgos, es importante saber cuándo parar; ya que, según tu capacidad de respuesta, hay situaciones de alto costo que no vale la pena considerar.

Por ello, también es importante tener la asesoría de un experto externo a fin de contar con algún seguro o recursos financieros ajustados a las necesidades reales de la compañía.

Eventos sin precedentes

En un artículo anterior, explicamos cómo un “Cisne Negro”, acontecimiento de gran impacto sin precedentes, pone en evidencia la mala gestión de riesgo.

Y es que, si bien se debe poner atención a lo que históricamente han pasado empresas de tu sector y la variación financiera del mercado; es indudable que un hecho como la pandemia del Covid-19 trastocó mundialmente la economía al punto de hacer tambalear a los más grandes.

Así como acotamos en el punto anterior, si la amenaza supera tu capacidad de respuesta, llevar las proyecciones a esos niveles es innecesario. Aun así, con una adecuada gestión de riesgos, las alternativas pudieras ir surgiendo de manera fluida y posibilitar el reimpulso con socios estratégicos.

En conclusión, si eres emprendedor, estás a cargo de proyectos o eres el líder de negocios, necesitas conocer a que está expuesta la empresa, los factores externos e internos; para así contar con recurso humano competente, acciones claras; así como opciones financieras de respuesta inmediata, inversión o apoyo.

Si tienes algún tema que deseas ampliar antes de contactarnos, escríbenos tus sugerencias. En G&S prestamos servicios operativos y financieros que te permiten crecer e internacionalizarte de manera segura.

cisne negro

Cómo un cisne negro devela la falta de gestión de riesgo

¿Sabes qué es un cisne negro en la economía? Acá empezaremos aclarando este concepto para entender la importancia de una correcta gestión de riesgo.

Si bien la mayoría de las grandes empresas cuentan con un mapa de riesgo bien definido, las pymes adolecen de esta estructura; y requieren atender con cautela este proceso para no echar por la borda el esfuerzo de años, que supone el crecimiento progresivo.

¿Qué es el cisne negro?

Es una metáfora que describe un suceso inesperado y de gran impacto, bien sea político, económico o social.

¿De dónde proviene el término cisne negro?

La teoría del cisne negro tiene origen en el siglo XVII; época, en la que los primeros exploradores europeos llegaron a Australia y encontraron una especie de cisnes negros. Este hecho cambió lo contemplado hasta el momento; simplemente no se consideraba que existiese un ave de esa especie de otro color.

El cisne negro en la economía

Este término tiene su mayor uso en la economía; porque ante un evento inesperado de gran impacto, los inversores suelen estar desprotegidos. Esto puede ocasionar una serie de acciones mal dirigidas que lleven al caos.

En el ámbito económico, la teoría fue desarrollada por el filósofo e investigador libanés Nassim Nicholas Taleb en 2008. En el libro “El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable”, el estudioso explica por qué los acontecimientos, altamente improbables, pueden tener consecuencias devastadoras para las bolsas.

Según el autor, un evento se considera un cisne negro cuando reúne tres requisitos:

  • Es altamente improbable, pues no hay antecedentes.
  • Tiene un elevado impacto, ya que sus consecuencias son mayores que las conocidas frente a factores de riesgo ya evaluados.
  • Una vez que sucede, tiene una explicación lógica; lo que da a entender que el acontecimiento era inevitable.

Cisnes negros previos al Covid-19

El ‘Brexit’. La salida del Reino Unido de la Unión Europea. Nadie incluyendo los mercados, anticipó una victoria del “sí” aquel 23 de junio de 2016. El resultado: el mayor desplome de los mercados en toda la historia y una depreciación de la libra del 12 %.

Los atentados de las Torres Gemelas. La mañana del 11 de septiembre de 2001 puso al mundo entero con la atención en Nueva York. Dos aviones comerciales se estrellaban contra las Torres Gemelas y otro más contra el Pentágono. Miles de pérdidas humanas se dieron como consecuencia. En pérdidas económicas, la cifra estimada fue de unos 6700 millones de dólares.

Lo cierto es que los cisnes negros no necesariamente generan un impacto negativo, valga de ejemplo la aparición de Internet. Se tiene entonces que son acontecimientos singulares, totalmente inesperados y con un enorme impacto nacional o global.

En ese sentido, algunas firmas de asesoramiento financiero incluyen “cisnes negros”, para mostrar al inversor, las propuestas de cobertura a las que puede optar ante ellos.

Importancia de la gestión de riesgos

De acuerdo con un artículo de la revista digital Compromiso Empresarial, el Foro Económico Mundial no tenía entre las opciones de riesgo una pandemia, menos una de la magnitud que estamos viviendo.

Es de esperar que los empresarios no se preocuparan por incluir, en sus proyecciones de amenaza, una situación sanitaria con tales consecuencias económicas en todo el mundo.

Pero además, salvo la mayoría de las grandes empresas, pocas son las pymes que cuentan con sistemas de gestión de riesgos.

Elementos a considerar en un sistema de riesgo

Para que una empresa pueda estar preparada ante eventualidades poco probables o incluso imprevistas, debe pasar por el siguiente proceso:

  1. Identificación. Hallar y reconocer los riesgos que afronta. Esto debe estar sentado en algún documento.
  2. Análisis. La comprensión de los escenarios y sus posibles efectos.
  3. Evaluación. Que implica las acciones a tomar antes, durante y posterior a hechos contemplados como riesgo. Acá se debe contemplar eventos pasados y los procedimientos aplicados.

Obviamente al afrontar un “cisne negro” como el que está ocurriendo, cuya escalada trastoca fronteras y el comercio internacional se ve afectado por múltiples flancos, muchos emprendimientos “jojotos” o empresas con grandes fallas desaparecerán.

Lo positivo de todo esto, es que a mediano y largo plazo las grandes y medianas empresas invertirán tiempo en crear su propio sistema de gestión de riesgos, contemplarán mejores y más variados planes de contingencia.

Y queda de los grandes del mercado, apoyar al sector productivo, como estamos haciendo en G&S; con opciones de comercio, inversión y financiamiento que permitan a los pequeños empresarios sostenerse y asegurar su permanencia en el mercado.