La UE

La UE obligará a multinacionales publicar impuestos en cada país

La UE obligará a las multinacionales a hacer públicos los datos de cada país sobre volumen neto en negocios, pago de impuestos, sus beneficios, número de empleados y sus ingresos.

El Parlamento Europeo junto a los países de la UE han acordado este martes esta propuesta legislativa para exigir una mayor transparencia a las multinacionales.

Como resultado, la medida impactará a aquellas grandes empresas europeas o filiales de compañías extranjeras que tengan un volumen de negocios neto consolidado de al menos 750 millones de euros anual.

La información deberá ser individual para cada país de la UE y cuando la empresa tenga actividad en una jurisdicción en las listas ‘negra’ y ‘gris’ de paraísos fiscales de la UE. Para el resto del mundo, las empresas podrán presentar la información de forma agregada.

El economista de la Paris School of Economics Gabriel Zucman declaró que “Es un gran paso hacia una mayor transparencia de las grandes corporaciones en la UE y en todo el mundo”. Por otro lado, el comisario de Economía, Paolo Gentioni, aplaude el “desarrollo en la lucha por la transparencia fiscal”.

Según fuentes parlamentarias, la iniciativa cuenta con el apoyo de los grupos del Partido Popular Europeo, Social demócratas, Renew, Los Verdes y la Izquierd.

Origen de la propuesta en el 2016

La Comisión Europea expuso esta propuesta en abril 2016, para responder a escándalos como el de los Papeles de Panamá o los acuerdos fiscales que países como Luxemburgo o Países Bajos pactaban con grandes firmas.

Hasta febrero 2021 se retomó la iniciativa en aras de disponer de todos los recursos a su alcance para encarar la recuperación económica; y especialmente poner en el foco las pérdidas en ingresos fiscales.

Como resultado de las votaciones estuvieron en contra países como Irlanda, Suecia, Chipre, Hungría, Malta y República Checa.

Euro banknotes and coins in front of the national flag of Spain

Hacienda: El estado de alarma cuenta en la residencia fiscal

Hacienda ha confirmado, en una resolución de la Dirección General de Tributos (DGT), que los días de permanencia en España de los extranjeros, obligados por el confinamiento, computan a efectos de ser o no residente fiscal en España.

De esta forma, Hacienda, en contra de los criterios de la OCDE, establece que los días del estado de alarma contarán para la suma de los 183 días que, si el extranjero los pasa en España, estas personas serán consideradas residentes fiscales de manera automática y tendrán que liquidar con el fisco español.

Hacienda ha aprovechado así el confinamiento de los extranjeros a los que sorprendió la crisis del coronavirus en sus segundas residencias en España y no podían regresar a sus países para exigirles el pago de impuestos.

Las restricciones de movilidad decretadas por el Gobierno, y articuladas a través del estado de alarma, provocaron que estas personas con residencia fiscal en el extranjero quedaran atrapadas en el país.

La resolución de Tributos, a la que ha tenido acceso este periódico y fechada el 17 de junio de 2020, rechaza aplicar las recomendaciones de la OCDE y argumenta que estas personas “podrían retornar a sus países una vez finalizado el estado de alarma”.

El estado de alarma terminó el 22 de junio. En ese momento, ya habían transcurrido un total de 174 días del año 2020, a solo 9 días del límite que establece Hacienda.

Extranjeros atrapados

Sin embargo, la falta de vuelos, conexiones y medios de transporte ha hecho que la huida del territorio español de muchos extranjeros no haya sido fácil y muchos terminarán acumulando estos 183 días de permanencia en España.

En estos casos, es importante que los afectados demuestren, como puedan, su intención de abandonar el país durante el estado de alarma y una vez finalizado este tiempo. Esaú Alarcón, socio de Gibernau Asesores, sostiene que, pese al intento de Hacienda de cobrar impuestos a estas personas, se podría litigar.

A su juicio, dentro del concepto jurídico indeterminado de “ausencias esporádicas”, cabría entender incluido el período de confinamiento en España o en una comunidad autónoma que no fuera la de la residencia habitual. “Ahora bien, la carga de la prueba le corresponde al contribuyente y debería hacer lo posible para, finalizado el período de alarma, regresar lo antes posible a su domicilio para así demostrar su intención”, recomienda Alarcón.

“Al final, se trataría de que estos días computaran en el cálculo de los 183 como si correspondieran al territorio de residencia habitual, al menos desde el estado de alarma o bien desde el momento en que el pueda acreditar que tenía pensado regresar y no pudo”, concluye.

¿Qué consecuencias tiene?

La consecuencia de permanecer 183 días en suelo español es la aplicación inmediata del artículo 9 de la Ley del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

El extranjero se convierte así en contribuyente español y la Agencia Tributaria le exigirá liquidar, entre otros impuestos, el IRPF sobre todas sus rentas mundiales.

Además, Hacienda les obligará también a pagar el Impuesto sobre el Patrimonio -salvo a aquellos extranjeros que residan en Madrid, que lo tiene bonificado, de momento, al 100%-, también sobre el patrimonio que tengan en todo el mundo. Este impuesto no existe en la inmensa mayoría de países del entorno.

Como en España, los extranjeros también afrontan la muerte de familiares a causa del coronavirus. Si esta situación les sorprende en el país, y pasan este año 183 días en España, estarán obligados a tener que pagar el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones por cualquier herencia o donación que reciban en cualquier lugar del mundo.

Además, la aplicación del artículo nuevo de la Ley del IRPF implica la presentación del Modelo 720 de Hacienda.

Esta declaración obliga a informar sobre todos los bienes y derechos que el contribuyente tenga en el extranjero, ya sean cuentas, valores o inmuebles, si cualquiera de esos grupos de bienes supera los 50.000 euros.

OCDE

El Secretariado General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) pidió en mayo a los países que paralizaran el contador.

La OCDE considera que la pandemia es una causa de fuerza mayor que impide que las personas puedan moverse entre los distintos países, según apunta en su documento de recomendaciones Analysis of Tax Treaties and the Impact of the Covid-19 Crisis.

La organización instó a las administraciones tributarias a seguir las prácticas de algunos países miembros, como Australia, Reino Unido o Irlanda. Las autoridades fiscales de estos países han manifestado su intención de ignorar los días de presencia en su territorio de personas físicas como los trabajadores, agentes, ejecutivos o administradores.

Aunque las notas del Secretariado de la OCDE no reflejan necesariamente la posición oficial de los países miembros de la Organización, sus argumentos están basados en el Modelo de Convenio, en el que tiene valor interpretativo.

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Fuente: Eleconomista.es

"Hong Kong, China - October 20, 2011: People in the Apple Store at International Finance Center, Central Hong Kong, opened on the September 24, 2011. With 15000 square feet and 300 employees it is one of the biggest apple stores in the world."

Apple gana la batalla a la UE y se libra de 13.000 millones de impuestos

La Comisión Europea no llevaba razón cuando exigió a Apple la devolución de 13.000 millones de euros por impuestos no satisfechos correspondiente al Impuesto de Sociedades tributado en Irlanda. Así lo ha sentenciado el Tribunal General de la Unión Europea (TUE) con la anulación de dicha decisión del ejecutivo comunitario, sin que los jueces consideren que el gigante de Cupertino se haya beneficiado de ayudas fiscales ilegales.

Las apelaciones tanto del Gobierno irlandés como de Apple han llegado a feliz término para sus respectivos intereses, tras cuatro años de pleitos ante el tribunal de Luxemburgo. No obstante, a partir de ahora, tanto la Comisión Europea como el fabricante de iPhones disponen de unos 70 días para presentar un recurso de casación ante el Tribunal de Justicia de la UE, la instancia superior.

Al no ser una sentencia en firme, no se producirá movimiento de dinero. Los referidos 13.000 millones de euros que Apple tuvo que devolver al Gobierno de Irlanda corresponde al Impuesto sobre Sociedades de los ejercicios 2003 a 2014, que pasó del 1% en 2003 al 0,005% en 2014. Las consecuencias geopolíticas de la sentencia son relevantes ya que la administración estadounidense miraba con lupa dicha resolución en defensa de los intereses de la compañía de California.

En su momento, la Comisión Europea consideró que la leve tributación de Apple en Irlanda constituía una ayuda estatal por parte de Irlanda, por lo que declaró dicho trato de favor como incompatible con el mercado interno. Acto seguido, el ejecutivo comunitario demandó a Apple la recuperación de dichas ayudas.

La sentencia de la corte europea entiende que la CE “no consiguió demostrar que existía una ventaja económica selectiva”, en línea con el argumento de la fiscalía general.

Apple vs. Comisión Europea

Al mismo tiempo, el tribunal con sede en Luxemburgo considera que la Comisión actuó de forma incorrecta desde el inicio al considerar que las autoridades irlandesas había proporcionado a Apple una ventaja competitiva como resultado de no haber asignado las licencias de propiedad intelectual de las filiales de la multinacional de la manzana.

No es la primera vez que Bruselas recibe la respuesta contundente del tribunal europeo, con una sentencia contraria a la decisión de la Comisión. Ya ocurrió el pasado otoño con la fiscalidad de la cadena de cafeterías Starbuks con la anulación de la devolución de entre 20 y 30 millones de euros a los Países Bajos por haberse beneficiado de ayudas de estado ilegales. Lo mismo ocurrió en Luxemburgo con Fiat, que ganó en los tribunales a la Comisión Europea el litigio de los denominados tax rulings, considerados inicialmente “ayudas de Estado ilegales e incompatibles con el mercado interior” y después bendecidos por el máximo órgano judicial europeo.

En todos los casos, el Tribunal General de Justicia consideró que la Comisión Europea se había equivocado al entender que las empresas afectadas habían fijado precios de transferencia (de venta de bienes y servicios entre empresas de su grupo) con unos niveles muy diferentes a los existentes con entidades independientes, trasladando parte de esos beneficios a países europeos con tributación más laxa que el resto, como sucede con Paises Bajos, Irlanda o Luxemburgo.

Errores

Según señala el comunicado de la corte de Luxemburgo, el Tribunal de Primera Instancia considera que la “Comisión Europea no ha demostrado, en virtud de su razonamiento subsidiario, errores metodológicos en los fallos que habrían dado lugar a una disminución de los beneficios imponibles de las sociedades de Apple en Irlanda”. De hecho, aunque el Tribunal de Primera Instancia “deplora la naturaleza incompleta y a veces inconsistente de los fallos fiscales impugnados.

Las deficiencias identificadas por la Comisión no son suficientes por sí solas para probar que la existencia de una ventaja competitiva”. Además, el Tribunal de Primera Instancia considera que la Comisión no ha demostrado “que los fallos fiscales en disputa eran consecuencia del poder discrecional ejercido por las autoridades tributarias irlandesas y que, como resultado, un se habría concedido una ventaja selectiva a Apple”.

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Fuente: Eleconomista.es

24-6-2020

Países europeos bajan impuestos y alargan los ERTE

La mayoría de los países europeos -salvo España- centran en la bajada de impuestos y la prolongación de los Ertes sus estrategias para evitar una recaída económica en la crisis del coronavirus.

Alemania baja impuestos. Italia acaba de anunciar que también lo hará. Todos alargan los Ertes. Francia prevé incluso ayudas directas a los trabajadores. En España sucede lo contrario. Aún no hay acuerdo entre el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales -patronal y sindicatos- para prolongar los expedientes temporales de empleo. El Ejecutivo español rechaza cualquier bajada fiscal y plantea varias subidas. Además, las ayudas fiscales españolas son las menores de los países del entorno.

El plan fiscal español, entre aplazamientos y suspensión de impuestos, no llega al 0,9% del PIB, mientras los países del entorno sitúan su estímulo en torno al 10% de media. Italia ha aprobado una movilización del 13,2%, mientras Portugal lanzó un estímulo del 11,1%, Francia del 8,1% y Alemania del 7,3%.

Aparte de estos paquetes, Roma acaba de anunciar un plan para reactivar el consumo y frenar el crecimiento del desempleo y así evitar “el estallido de una crisis social en otoño”. El primer ministro italiano Giuseppe Conte se ha fijado en Alemania y ha asegurado que su Ejecutivo trabaja ya en una bajada de impuestos. Además, ha firmado ya la prórroga de los Ertes hasta final de año. Por su parte, la ministra de Trabajo española, Yolanda Díaz, aún no ha llegado a un acuerdo para prolongar los expedientes laborales, como exigen los agentes sociales.

En la línea alemana

El plan italiano que busca el primer ministro Conte quiere copiar el alemán y reducir el IVA, al menos durante algunos meses. El mandatario confirmó que el Gobierno “está estudiando” una reducción de este impuesto por un valor de hasta 10.000 millones de euros, lo que implicaría un recorte de tres puntos. Alemania, que sin embargo tiene muchos más recursos fiscales, ha previsto una intervención parecida en el segundo semestre del año.

Por sorpresa, el único que apoya la reducción del IVA es el líder de la oposición Matteo Salvini, mientras el ministro de Economía, el socialdemócrata Roberto Gualtieri, y el Gobernador del Banco de Italia Ignazio Visco preferirían una “reforma global” de los impuestos, empezando por una reducción del IRPF o de la cuña fiscal sobre el trabajo.

El debate político sobre el tema se espera largo y finalizará sólo en septiembre cuando Italia tendrá que concretar frente a Europa las medidas económicas. Con la ocasión de la asignación de fondos europeos, Roma tendrá que elaborar un plan de reformas con medidas de estímulo más allá de un recorte del IVA. El Gobierno ha presentado la semana pasada sus propuestas, basadas en el informe del comité de economistas y directivos liderado por Vittorio Colao, a los agentes sociales.

Durante el verano intentará integrar los diferentes puntos de vistas y tener listo en septiembre su “Plan de recuperación”, según ha explicado Conte.

Empleo

Mientras tanto el Gobierno italiano, igual que sus homólogos en París y Berlín intenta poner un parche inmediato a los problemas de empleo. Gualtieri ha anunciado que las medidas sobre los ERTE, así como el bloqueo a los despidos se extenderán hasta diciembre. “Tenemos ahora que manejar esta transición entre la crisis y la recuperación. Por esto extenderemos estas medidas. Luego para fomentar el empleo y evitar los despidos, encontraremos otras medidas adecuadas para una situación más normal” aclaró el ministro transalpino interviniendo en un programa de televisión.

El modelo de Italia es Alemania, la mayor economía industrial del Continente y el principal competidor de las empresas transalpinas en varios ámbitos. Berlín para hacer frente a la crisis ha lanzado un plan extraordinario que prevé movilizar recursos por el 8% del PIB. Entre las otras medidas se han ampliado los requisitos para beneficiar de los dispositivos de desempleo parcial: sólo es necesario que la reducción de horario afecte el 10%de la plantilla (con respeto a un nivel normal del 33%). Al mismo tiempo se extiende la duración de los expedientes temporales hasta 21 meses para las empresas que ya los utilizaban antes de la pandemia. La medida terminará en diciembre.

De momento el país con más medidas es Francia. La ministra de Empleo, Muriel Pénicaud en una entrevista de radio, anunció la semana pasada que su Gobierno estudia extender los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo “durante uno o dos años”. Según un análisis reciente del Banco Central Europeo (BCE), Francia cuenta con 12 millones de trabajadores en esta situación, frente a los 10 de Alemania, a los 8,5 de Italia y a los 3,9 de España.

Italia debate por qué impuestos debe comenzar el estímulo fiscal

El centroderecha italiano, formado por la derechista Liga de Matteo Salvini, Hermanos de Italia y Forza Italia (partido fundado por Berlusconi y ahora liderado por el antiguo presidente del parlamento europeo Antonio Tajani) rechazó la invitación de Conte a la mesa con los agentes sociales que el Gobierno concluyó el domingo en Roma.

Sin embargo, aceptó reunirse esta semana con el mandatario en Palazzo Chigi (la Moncloa transalpina) para debatir las medidas de estímulo. La derecha italiana está a favor de un recorte de impuestos, la principal medida propuesta por Conte. “Cualquier recorte de impuestos tiene el apoyo de la Liga” ha declarado Salvini.

Mientras tanto el ministro de Economía, el socialdemócrata Roberto Gualtieri, como el Gobernador del Banco de Italia Ignazio Visco preferirían una “reforma global” de los impuestos, empezando por una reducción del IRPF o de la cuña fiscal sobre el trabajo. El debate político finalizará en septiembre, cuando Italia presente su plan ante la Unión Europea.

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Fuente: Eleconomista.es